
En los puestos de la exterminal y plataformas virtuales la moneda estadounidense tiene un comportamiento alcista
á a tener el precio de Bs 6,96. Ahora, cada día que pasa, su cotización va subiendo y eso se mantendrá hasta que haya una mayor cantidad de dólar para ofrecer en el mercado”, precisó un comerciante que se dedica a la compraventa de la moneda extranjera.
La cotización del dólar en el mercado paralelo boliviano ha alcanzado niveles sin precedentes, situándose entre Bs 15,50 y Bs 16 por unidad, más del doble del tipo de cambio oficial de Bs 6,96, establecido por el Banco Central de Bolivia (BCB) desde 2011.
La escasez de dólares en el país se ha agravado, debido a la caída en la producción de gas natural, principal fuente de ingresos de divisas para Bolivia. Desde 2022, la producción se ha reducido a la mitad, lo que ha provocado una disminución significativa en las Reservas Internacionales Netas (RIN), que llegaron a niveles históricamente bajos en 2023.
“Esta falta de divisas ha generado un mercado informal, donde el dólar se cotiza a precios mucho más altos que el oficial. En Santa Cruz, por ejemplo, el dólar paralelo está en Bs 15,50, lo que refleja las tensiones en el mercado de divisas”, indicó el economista Germán Molina.
La devaluación del boliviano en el mercado paralelo ha tenido un efecto directo en la inflación, que alcanzó un 15% interanual hasta abril de 2025, y un 24% en el caso de los alimentos. Esto ha afectado especialmente a los sectores más vulnerables de la población, que deben adaptarse a la situación modificando su dieta y reduciendo gastos esenciales.
Además, el encarecimiento de los productos importados y la salida ilegal de alimentos y combustibles al extranjero han causado escasez interna y alza de precios. El contrabando de gasolina, cuyo precio se ha mantenido subvencionado, es uno de los más rentables, representando una pérdida directa para el Estado de aproximadamente $us 1.000 millones anuales.
El Gobierno del presidente Luis Arce ha optado por mantener el tipo de cambio oficial y no recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), dejando las soluciones para después de las elecciones. Esta postura ha generado críticas y ha minado la popularidad del presidente, con un 87% de los ciudadanos, que expresan "su deseo de un cambio de rumbo", de acuerdo con estadísticas presentadas en meses pasados.
“En resumen, la cotización del dólar paralelo en Bolivia refleja una crisis económica profunda, marcada por la escasez de divisas, la inflación y la incertidumbre política. La situación exige medidas urgentes para estabilizar la economía y proteger a la población más afectada”, manifestó Molina.
Fuente: El deber